Nuestras religiosas, hermanos y sacerdote están basados en las montañas donde todas las habitaciones fueron destruidas, excepto nuestra capilla, y la estatua de Nuestra Señora de Frechou, Madre de Misericordia y Madre de la Iglesia: se encontraba bajo los escombros de un edificio completamente derrumbado.
La armada americana ayuda a nuestros religiosos para entregar los alimentos y el material por helicóptero a nuestros siniestrados de la montaña puesto que las carreteras están actualmente inaccesibles y cada día para bajar hasta la ciudad, hay que caminar al menos por 4 horas.
El UNICEF ya nos dio 3 tiendas para operar la cantina, la escuela y el dispensario.
Unos ingenieros americanos van a venir en el lugar para estudiar el problema del agua puesto que en este momento las fuentes están muy lejos y esto plantea un problema de higiene pero también para el cultivo.
FAO organiza una reunión con las distintas ONG, reunión a la cual, por supuesto, vamos a participar, puesto que el esfuerzo, actualmente, es de interesar la juventud a la agricultura. Hemos de saber que los habitantes de los barrios de chabolas son casi todos ex agricultores que vinieron a la ciudad pensando encontrar un trabajo. Y lo que hacemos en la montaña, es tratar de guardar la juventud lo más tiempo posible; Cultivan sus propias verduras, y criar el ganado. Pero por supuesto todo fue perdido durante el terremoto.
La FAO va a dar semillas para dar nuevo impulso a este sector.
El PAM va también darnos alimentos para todos nuestros protegidos.
Todo el mundo está muy feliz de ver a nuestros sacerdotes, Hermanos y Hermanas vivir en medio de ellos.
Un periodista americano que conoció momentos terribles pidió a confesarse antes de salir.
El responsable del hospital que se encuentra cerca del aeropuerto y donde más de 200 doctores se dedican cerca de más de 1000 enfermos se regocijó al ver Padre Louis Marie y le pidió en seguida que visite a todos sus enfermos.
Una religiosa que perdió 16 de sus Hermanas fue tan contenta cuando vió a nuestras hermanas recitando su rosario y les pidió uno puesto que había perdido el suyo en el terremoto, ¡ella que solía rezarlo cada mañana!
Dieu vous bénisse tous !
Dieu vous bénisse.