Monseñor Jean Marie, figura fuera del común, humilde prelado, hombre de corazón, amigo de los pobres, dispuesto a sacrificar todo cuando se trata del destino de sus hermanos, sobre todo cuando se trata de la salvación de sus almas.
He aquí en algunas palabras lo que podría describir la personalidad singular y digna de atención de este obispo al corazón simple y paternal, de esta alma siempre valiente, unida a Dios por un vínculo particular...
En nuestro mundo descristianizado, materialista y corrompido, Dios quiso suscitar a un Apóstol de nuestro tiempo, un Apóstol de los últimos tiempos, Monseñor Jean Marie y quiso hacerlo por su Santísima Madre.
Hace más de 40 años, esta Buena Madre pedía a un joven religioso que fundara una Congregación que le sea especialmente consagrada, con el fin de guardar la verdadera fe, de servir a los pobres y que numerosas sean las almas que estén salvadas por este medio.
La Santísima Virgen María pedía a su humilde criado la erección de un Santuario dónde concedería muchas gracias: "Allá en vuestra casa, en mi Santuario, atraeré todo a mí. Convertiré a los pecadores, encenderé las almas heladas y sin vida. Avivaré el poco fervor que se encuentra en las almas tibias" (15 de agosto de 1970)
Este joven religioso favorecido de carismas extraordinarios había tenido una infancia fuera del común, que ya mostraba un alma privilegiada del Cielo. Apenas tenía 5 ó 6 años, el pequeño Roger jugaba a celebrar la Misa en vez de jugar a los vaqueros y a los indios.
Se levantaba muy temprano e iba en su bicicleta para asistir al Santo Sacrificio antes de ir a escuela. Llegaba incluso antes del sacerdote que lo encontraba sentado sobre los peldaños de la iglesia. El domingo, iba de una iglesia a una otra, siempre en su bicicleta, para asistir lo más posible a todas las misas de las iglesias alrededor. Le gustaba servir y visitar a los pobres, las personas mayores y los enfermos. Se ingeniaba de mil de maneras para ayudarles.
Un día con un compañero, aquí que encuentran un enorme obús olvidado desde la secunda guerra mundial: lo desentierran, lo transportan en una carretilla, lo limpian y lo sacan brillo para ir a venderlo a un anticuario, con el fin de poder ayudar a los pobres con la suma recogida.
¡Aquí que el obús se cae de la carretilla! Ni siquiera se imaginan el peligro, recogen rápidamente el enorme y peligroso objeto y siguen el camino. Esta anécdota infantil ya revela el celo que el pequeño Roger tenía para todos sus hermanos.
Este celo lo devorará cada vez más y lo volverá digno de ser escogido por el Cielo como Fundador de una nueva Congregación religiosa.
En una época en la que las grandes Órdenes religiosas parecen pasarlo todos por su Viernes Santo y apagarse de manera inquietante, la Madre de la Iglesia vela y garantiza el relevo del Cuerpo místico de Cristo.
A partir de su infancia pues, la Llamada del Señor queda clara. Se traza toda su vocación sacerdotal, aunque su familia no lo comprende. Entra en casa de los Hermanos, luego al Seminario, y a través de este joven religioso discreto, rogando, siempre atento con hacer un favor, muchas gracias místicas se operaron en el secreto de Dios.
Sin embargo, el Señor no enciende una lámpara para ponerla bajo el celemín y muchas personas han sido los testigos privilegiados, a partir de este tiempo y más tarde, de las gracias de las que es favorecido. Entre otras cosas el don de bilocación, los estigmas de Cristo, el anillo místico, el don de profecía y de leer en las almas, la multiplicación de las hostias, multiplicación de la comida, curaciones milagrosas, exorcismos espectaculares, y muchas otras gracias aún...
Nuestra Señora preparaba a su Caballero con conversaciones privadas frecuentes. Y el 10 de junio de 1977 tuvo lugar la Primera Aparición en su Bosque Bendito, dónde se dirigía a su pueblo, por medio de su Confidente. Señalaba por su presencia el lugar donde debía construirse su santuario.
En adelante, por la Eternidad, se la veneraría bajo la nueva advocación de Nuestra Señora de Frechou.
"Soy María, Madre de Misericordia y Madre de la Iglesia." Deseo que mis hijos vengan aquí en peregrinación. Vendré el 1ro* y el 14 de cada mes... y escucharé las peticiones de mi pueblo.
Mi divino Hijo me eligió este rincón de tierra para que haga refulgir mi Misericordia. Que este bosque bendito que a partir de ahora me está consagrado, sea un lugar de rezo, penitencia y misericordia.
Mientras que lágrimas pasaban sobre la cara de Nuestra Señora, interiormente el Padre Jean Marie le pidió la razón de sus llantos. Le respondió:
Lloro por la Iglesia, por Francia y por el Mundo."
Mensaje de Nuestra Señora al Padre Jean Marie el 10 de junio de 1977
*Durante una de sus Apariciones, Nuestra Señora anunció que ya no vendría más que el 14.
Desde esta fecha, Nuestra Señora es fiel a la cita. Durante la Misa de la Aparición, el 14 de cada mes al mediodía, Ella aparece a Monseñor y le entrega mensajes que saca de su Corazón Doloroso e Inmaculado y de lo de su Divino Hijo.
Nos transmite sus peticiones, concede sus gracias, consola, alivia, obtiene gracias de conversión y santificación. Palabras amadas, cayendo de los labios de una Madre Bendita, la Madre de la Humanidad.
"...Prometo venir aquí visitar a mi gente y aliviar su sufrimiento hasta el final del mundo..."
Nuestra Señora el 14 de noviembre de 1979.
Nos dice que nuestra época vive en la abominación, que nunca como en estos tiempos hubo tantas almas precipitadas en infierno y que, como una Madre cariñosa, viene a salvar su familia mientras que es aún tiempo (14 de abril de 1981) Ella nos pide llevar una vida de oración, penitencia y misericordia.
Nos agradamos a presentar aquí algunas peticiones de Nuestra Señora: La Santísima Virgen María nos pide guardar la verdadera Fe, tener un infinito respeto para su Divino Hijo, realmente presente en la Santísima Eucaristía; asistir lo más a menudo posible y con un gran respeto y fervor al Santo Sacrificio de la Misa, rezar el Santo Rosario, santificarnos, servir a los pobres y a todos los que sufren en su corazón o en su cuerpo.
Pidió la erección de un santuario, de una capilla donde está invocada como Liberadora de las Almas del Purgatorio, el Santo Escapular de los Dos Santos Corazones Unidos, la medalla de la Misericordia (vean las magníficas promesas del 14 de junio de 1978 y del 10 de junio de 1981), el aceite bendito para los enfermos, los pecadores, la Medalla de San José.
Exalta el sacerdocio católico y la grandeza de la vida religiosa, la belleza de la fidelidad a los 3 votos de religión y al espíritu de los Fundadores de las Congregaciones. Deplora el descuido, la negligencia en las casas religiosas y entre el clero, causada por la soberbia, el gusto por el prestigio, el dinero, el amor de los placeres, la apertura a las ideas del mundo. Pide en sucesivas ocasiones la conversión de los obispos y de los consagrados.
Su Santuario en el Bosque Nuestra Señora, nacido en la extrema indigencia, será rápidamente conocido. Denigrado e incluso difamado como muchos lugares de apariciones verídicas, su perennidad prueba por ella sola que su origen viene de Dios. Se organizaron numerosas peregrinaciones espontáneamente desde el principio, atrayendo personas de todas las razas, pueblos y lenguas, e innumerables milagros fueron concedidos para recompensar la fe de los fieles.
- Una señora de París, afectada de la enfermedad de Reynaud tenía las venas tapadas en siete lugares y las extremidades de sus dedos y sus dedos de sus pies ya estaban alcanzados por la gangrena...
haga clic en la imagen para más...
A través de todas estas gracias excepcionales, la Obra de los Siervos y Siervas de Nuestra Señora, Congregación fundada por Monseñor Jean Marie, crece y se extiende, a pesar de la escasez de medios financieros y ayuda material.
Este desarrollo casi milagroso puede, sin embargo, explicarse por la energía y la determinación de su Superior que da su vida gota a gota por ella.
Su ejemplo incentiva a todos los religiosos de la Fraternite Notre Dame. Es la imagen del Buen Pastor que conoce a sus ovejas y que las guía hacia los verdes Pastos. Es él que los reanima su fervor de cada día, en la vida de sacrificio que abrazaron con alegría.
But what price does the Pastor pay in responding to Heaven's pleas? So many nightly watches, so many exhausting trips, and so many steps taken for the opening of new, remote missions are needed!
Es la clave de bóveda de la Orden Religiosa, hecho normal ya que es bueno que todo pase por sus manos paternales con el fin de aplicar el voto de la Santa Obediencia.
Nuestra Señora pidió la Fundación de los Siervos y Siervas de Nuestra Señora para responder a las necesidades de nuestro tiempo, necesidades espirituales y también necesidades materiales.
Monseñor tiene prisa sin cesar de ayudar a los miserables, asistir a los enfermos y a los agonizantes, educar a la juventud.
Hospitales, dispensarios, orfanatos, restaurantes para los pobres, visitas a los presos, a los leprosos, etc... tal es la obra para estos nuevos obreros del Evangelio.
Es en primer lugar París y Nueva York en 1990, (restaurantes para los pobres en los barrios necesitados), Martinica en 1990 (apertura de una capilla, asistencia a los más despojados), Camerún en 1992 (dispensario en la sabana), Haití en 1993 (orfanato, escuela, dispensario), Mongolia en 1995 (Hospital de la Caridad, Restaurante para los pobres, orfanato), Níger en 1996 (orfanato, escuela, dispensario), Chicago/ Estados Unidos de América en 1998 (Iglesia, restaurante para los pobres, asistencia a los desprovistos)…San Francisco/ Unidos de América en 2005 (restaurante para los pobres, asistencia a los desprovistos).
Otras misiones deben abrirse según las posibilidades y el apoyo que Monseñor podrá encontrar. Monseñor Jean Marie sabe también enviar a sus religiosos en distintos lugares donde el mundo sufre como en Rumania en 1990, en la ex Yugoslavia, en Ruanda en 1994, en Albania en 1999, El Salvador en 2000, Haití en 2010 etc.
Este gran místico sabe ponerse al nivel de todos. Dotado de una inteligencia superior, de un gran espíritu práctico, tiene todas las calidades requeridas por su función:
Rapidez de decisión, potencia increíble de trabajo, valor excepcional, vinculados a una distinción natural que encanta todos los que lo acercan. Su simplicidad desconcierta a los que podrían pensar que es atañido por los honores de la tierra. Ya que el triunfo del Cielo está solo lo que lo anima y la oferta a la voluntad de Dios es su comida de cada momento.
Muchas personalidades supieron reconocer, sin embargo, a este hombre de oración y compasión. Han saludado en él su genio para la acción humanitaria:
El Alcalde Rudolf Giuliani de Nueva York City, el Alcalde Richard Daley de Chicago, distintos representantes de los Gobiernos americanos y otros países, el Congressman Danny Davis. Es el amigo de numerosos embajadores y diplomáticos que le pidieron abrir misiones en sus países.
Monseñor Jean Marie está al frente de esta inmensa empresa de caridad. Tal San Vicente de Paul, despliega cantidades de servicios para los más despojados. Pero paga de su persona el peso de esta carga aplastante. Un trabajo agotador que lo tiene tal como crucificado a su deber.
Sus días son hechos de dedicación perpetua, visitas a las misiones, tiempo pasado a dar buenos consejos, a confortar a los enfermos, a bendecir, a animar.
Quiere "siempre hacer más", nunca perder tiempo, ir derecho al blanco. Cuando se le habla de un enfermo, rápidamente se da prisa para ir a visitarlo en persona o envía sus religiosos prestar cuidados y consuelo.
Hace venir jóvenes niños de Mongolia o Níger para hacerlos recibir atención médica en mejores condiciones, salva la vida de muchas personas por sus consejos y avisos. Cuántos, siguiendo al pie de la letra sus avisos, salieron bien de situaciones desesperadas.
Cuántos pueden dar prueba que conoce sus conciencias y que lee en su corazón como en un libro abierto. A menudo, por otra parte, da la respuesta antes de que se plantea la cuestión. No le fueron dados estos carismas gratuitamente, si se puede decir y su vida de sacrificio permanente y de abnegación es la correspondencia a las gracias que recibe. Es fiel a Nuestra Señora, fiel hasta el final.
Fraternite Notre Dame se desplegó con facilidad particular en los Estados Unidos de América. En 1990, el Monseñor envía a sus primeras hijas en la Ciudad de Nueva York para abrir un restaurante gratuito para los pobres.
Proveídas solamente de un puñado de dólares, pero armadas de su valor y de su fe, encontraron un pequeño lugar en East Harlem y comenzaron a alimentar centenas de sin -hogar. Con una clarividencia especial, Monseñor las guiaba de lejos y les aconsejaba sobre la manera de actuar diario.
Era como si "estuviera en el lugar", ya que solucionaba en detalles los problemas que surgían. Todo era nuevo para las jóvenes religiosas, aprendizaje de la lengua, costumbre con el espíritu americano, búsqueda de la comida para los pobres, búsqueda de vehículos, de material de toda clase, etc.
¡Sin el apoyo del Monseñor Jean Marie, nunca las religiosas hubieran acabado con tantos obstáculos!
El éxito de esta misión también fue causado por la generosidad de los americanos. Por ello, Nuestra Señora bendijo la llegada de sus Siervas sobre esta tierra...
¡" Bendigo los Estados Unidos de América por haber aceptado a mi Madre Santísima, a través de mis Hijos y mis Hijas de Le Fréchou! Derramaré gracias en abundancia en cada uno de los Estados donde mi Madre Santísima será representada por mis Hijos y mis Hijas. Porque es necesario manifestar al mundo cuánto amo a mi Madre y cuánto quiero que por Ella, la gente venga a mi Corazón Sagrado y Misericordioso."
Nuestro Señor a Monseñor Jean Marie, el 14 de marzo de 1992.
Ella operó numerosos cambios en los corazones, dio de nuevo ánimo a los desesperados. Sólo la presencia de las hermanitas y hermanos, de los sacerdotes de la Congregación de Monseñor Jean Marie ponía bálsamo al corazón, ya que estaban ahí "por ellos", todos dados a sus necesidades.
En 1998, Monseñor lanza una otra aventura como se lea en la vida de los santos. Echa anclas sobre Chicago para abrir un restaurante gratuito allá. Los comienzos son muy pobres, pero la Providencia intervine sin cesar: comida dada en el momento en que todo viene a faltarnos (hecho repetido varias veces), donación de material exactamente en el momento en que lo necesitábamos, etc. El Cielo velaba hora tras hora.
Sin embargo, Monseñor que ve grande cuando se trata de la Gloria de Nuestra Señora, buscaba un local mayor.
Mientras que estaba buscando en el barrio de Austin, divisó una iglesia abandonada y se quejó a la hermana por no haberle mencionado antes este asunto.
Aunque completamente desprovisto de dinero, la Providencia permite a Monseñor adquirir esta iglesia por medio de generosos benefactores.
En un tiempo plusmarca, la hace renovar por todos sus religiosos y amigos voluntarios. Él mismo participa en los trabajos. La ceremonia de Consagración prevista a finales de octubre sólo daba 3 meses para la reparación del santuario.
Espléndidos frescos son realizados por la Maestra de novicias y una otra religiosa. Los sacerdotes, hermanos y hermanas trabajan día y noche en 3/8, turnándose para terminar los importantes trabajos. Pensamos en Santa Teresa de Ávila que reparaba ella misma sus iglesias la noche, con el fin de hacer celebrar la Misa de madrugada para tomar posesión del lugar.
Esta bonita iglesia es la ocasión de establecer un santuario a Nuestra Señora de Frechou. La estatua representa a la Santísima Virgen María durante una de las visiones de la cual Monseñor Jean Marie fue gratificado, teniendo al Niño Jesús sobre sus rodillas: símbolo de los Dos Santos Corazones Unidos.
La ceremonia de Consagración de la iglesia y la coronación de esta estatua tiene lugar el 21 de octubre de 2000, en medio de una muchedumbre impresionante de fieles venidos de Europa, de Nueva York y Chicago.
Esta estatua de Chicago es milagrosa y realizó numerosos privilegios, curaciones, conversiones...
Muchos vienen a depositar sus peticiones a sus pies y son oídos.
La Santísima Virgen María prometió que esta pequeña iglesia sobre la tierra de Chicago sería una tierra de milagros y lo prueba a cada momento. Citemos algunas manifestaciones ocurridas en Chicago que prueban a la vez el carácter de santidad de Monseñor Jean Marie y las bendiciones concedidas por Nuestra Señora de Frechou:
- Se curó una señora que tenía el cáncer del pecho, después de haber venido un 14 del mes a la iglesia Nuestra Señora del Frechou en Chicago y haber sido bendecida por Monseñor Jean Marie. Poco después en efecto, hizo hacer una radio especializada que buscó en vano todo rastro de cáncer. El tumor había desaparecido.
- Mismo caso para una joven mujer muy inquieta por su embarazo que se presentaba dramáticamente. Los doctores le ordenaban de hacer abortar a este niño ya que se detectaba en él un grave tumor cerca del corazón. Después de haber sido bendecida por Monseñor el 8 de diciembre de 2001, la futura mamá pasó una radio. Ésta revelaba que el tumor casi había desaparecido. El niño nació sin problema y está actualmente en plena salud.
- Un pequeño muchacho fue aplastado por un coche de golf que pesaba más de una tonelada y se salió indemne, gracias a la protección de la Medalla Milagrosa.
- Un joven de 15 años se encontró curado del cáncer del estómago, gracias a la aplicación del aceite bendito.
Sería demasiado largo relatar todas las gracias de curación obtenidas por este aceite, en los Estados Unidos y en todos los países de Misión de la Fraternite Notre Dame.
Nuestra Señora pidió a Monseñor Jean Marie que bendiga este aceite el 14 de noviembre de 1991:
"El aceite que ti pedí que bendigas debe servir para los que sufren tanto en su cuerpo como en su alma". Este aceite está disponible en todos los santuarios o casas de la Fraternite Notre Dame.
- El 14 de julio de 2003, Hermana Marie Chantal de la Santa Familia de Nazaret, religiosa Terciaria de la Fraternite Notre Dame tuvo la gracia de ver a la Santísima Virgen María en lugar de la estatua.
Era la víspera de su muerte y mientras que ya no podía caminar ni hacer un movimiento, se levantó de su silla de ruedas y cruzó la iglesia para ir ante la gran estatua milagrosa; luego se inclinó profundamente ante ella y se aletargó de nuevo después de haber confiado a su hijo sacerdote que había visto a la Santísima Virgen y que era muy bella.
Volvió al Padre el día siguiente después de una muerte muy edificante y toda perdida en Dios y en Nuestra Señora, rodeada con sus cuatro hijos religiosos.
El 14 de cada mes, en unión con el Bosque Bendito de las Apariciones, se celebra una Misa Solemne a las 5 de la mañana (hora equivalente de mediodía en Francia). Muchos fieles asisten a esta Misa donde se siente este algo indefinible del paso de María Inmaculada entre nosotros.
Monseñor celebra a menudo esta misa del 14 en Chicago. Uno puede ser seguro pues, que Nuestra Señora está realmente ahí, apareciéndole y hablando de cada uno de nosotros familiarmente. ¡Qué gracia de asistir a esta Misa matinal! ¡Y cómo no ser profundamente conmovido por los sermones de Monseñor Jean Marie!
Predicador sin igual, se podría escucharlo durante horas sin cansarse. Sus palabras brotan del corazón, tienen una fuerte persuasión para cambiarnos y traernos a Dios.
Sabe emocionar los más endurecidos espíritus y nos representa nuestro corto paso sobre la tierra, nuestro único objetivo que debe ser de ir al Cielo. Tiene siempre palabras de amor sobre la Santísima Virgen, sobre la devoción a su Rosario.
Es un místico que habla, es un Padre espiritual que se dirige a sus hijos, es un simple Sacerdote que recuerda las verdades eternas.
Faltaría a este rápido cuadro bosquejo de Monseñor Jean Marie si no se hablara de su amor extremo por la Santa Eucaristía. Se debe haberlo visto al menos una vez celebrar la Santa Misa para ser persuadido que vive la presencia Eucarística.
Tiene una especie de majestad y soltura particular. Su recogimiento prueba que ya no es realmente sobre la tierra, sin embargo, tiene cuidado con los menores detalles de la ceremonia.
La Santa Misa del rito tradicional de Santo Pió V nos sume en la meditación. Los ornamentos sagrados son impecables, magníficos y Monseñor lleva un cuidado riguroso a todos los vestidos litúrgicos, generalmente realizados por las religiosas ellas mismas. Asistir a una Misa de Monseñor convirtió más de una persona que no había visto ceremonias similares antes y que descubrieron o redescubrieron la grandeza de la Liturgia Católica.
Chicago es ahora la Casa Matriz de la Fraternite Notre Dame. Ahí se forman las postulantes y las jóvenes profesas. Madre Marie Faustine, la Maestra de Novicias vela con un cuidado particular sobre cada una de sus hijas, adjuntada a Madre Marie Marthe, la Madre superior.
¡Qué más bonito que dar su vida para los que uno ama, dar su vida por Dios, en la pureza, la obediencia, el silencio, el rezo, la asistencia a los Oficios religiosos y a las espléndidas ceremonias!
A la Fraternite Notre Dame, las almas religiosas pueden encontrar enteramente lo que responde a su vocación. ¡Una vida entregada al servicio de los pobres, en la alegría comunitaria; los y las que la probaron no cambiarían por nada del mundo!
La obra de Monseñor Jean Marie es una obra floreciente. ¡Qué más bonito que estos tiempos fuertes de oración donde todas las hermanas se reúnen al Coro para amar al Señor en su corazón!
Se levantan después, listas para enfrentar los mil combates diarios. ¡Cocinar para 300 personas, ir a buscar la comida por toneladas, cuidar de los niños pobres y huérfanos, correr y rogar todo conjunto, una vida de misionero tiene muchos encantos y no lleva al aburrimiento!
Monseñor Jean Marie es, además, un guía incomparable para sus hijos e hijas. Uno puede ser seguro de su dirección, lo que es tan raro hoy día.
Su preocupación es que todos sus religiosos y religiosas se santifiquen, que se vuelven humildes y fieles, con el fin de reanimar la vida de la Santa Iglesia. Comunica su preocupación de las almas a salvar y de los cuerpos a aliviar.
Es una joya que el Buen Dios nos envía en este tiempo de los últimos tiempos.
Para terminar, citemos el mensaje que Nuestra Señora dio a Monseñor Jean María el 14 de agosto de 2001, o sea un mes antes de la tragedia del 11 de septiembre:
"Soy Marie de Nazaret, la Madre del Salvador, la Virgen Inmaculada en su Concepción. Hoy vengo a decir a América: Tu misión es de dar el ejemplo a las otras naciones, aunque no quieran mirarte. ¿Serás fiel? … Tu fidelidad debe ser ejemplar… seas la garante todavía de las libertades, no te dejes influenciar.
Glorifica a tu Dios y Dios te guardará con ternura; Te guardará a pesar de tus enemigos y superarás a tus enemigos si tu fidelidad al Dios de amor es sin reserva.
O América, te guardo, extiendo mi abrigo inmaculado sobre ti porque en ti mi divino Hijo estableció su Cruz, estandarte sagrado, estandarte de la victoria.
Mis pequeños hijos, es necesario mucho rezar con el santo rosario en la mano, es necesario poner toda su confianza en mi Corazón maternal e Inmaculado. Velo sobre vosotros con amor. La paz del Salvador de los hombres sea con vosotros.
Os bendigo de todo corazón".
Hermana Marie Virginie + snd
Hermana Marie Virginie + snd