Se puede empezar la Corona por esta oración:
Oh Jesús, divino Redentor, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
R./ Amen.
Dios fuerte, Dios Santo, Dios Inmortal, ten piedad de nosotros y del mundo entero.
R./ Amen.
Gracia, misericordia mi Jesús en los peligros presentes; cúbrenos de tu Preciosísima Sangre.
R./ Amen.
Padre Eterno, haznos misericordia por la Sangre de Jesucristo, tu Hijo unigénito; Haznos misericordia te lo suplicamos.
R./ Amen.
Sobre las pequeñas cuentas: Mi Jesús, perdón y misericordia.
R./ Por los méritos de tus Santas Llagas.
(Ind. de 300 días cada día)
Sobre las cuentas grandes: Padre Eterno te ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo.
R./ Para curar las de nuestras almas.
(Ind. de 300 días cada día, S.S. Pío XI Sagrado Penitenciario, 16 de enero de 1924).
Se termina la Corona diciendo tres veces:
"Padre Eterno, haznos misericordia por la Sangre de Jesucristo.
R./ Para curar las de nuestras almas.
Mis pequeños hijos, es necesario que depositéis todas vuestras preocupaciones, todos vuestros sufrimientos en las Heridas Sagradas de mi Divino Hijo.
Ofreced las Heridas sangrientas y triunfantes de Jesús al Padre Eterno por mi Corazón Doloroso e Inmaculado y las gracias descenderán sobre vosotros a profusión.
El Padre Eterno no puede negar nada a la vista de las Santas Heridas de su Hijo muy amado...
Vengo a este lugar bendito para aliviar el sufrimiento y convertir a los pecadores.
T¶Tenedened confianza, rezad mucho. ¶Amad, ayudad a los pobres, a los enfermos, a los ancianos. Os bendigo de todo corazón...
Aparición de Nuestra Señora el 14 de abril de 1997 en el Bosque Bendito; Le Frechou, Francia. Extracto del libro: "La Mensajera de Dios me dijo" (Mensajes de Nuestra Señora y de Nuestro Señor a Monseñor Jean Marie).
Una humilde religiosa laica, Hermana Marie Marthe Chambon, que murió en un convento de la Visitación en Chambéry (21 de marzo de 1907) aseguraba que había aprendido estas dos invocaciones del mismo Nuestro Señor.
Declaró que había recibido de Él una doble Misión: la de invocar personalmente sin cesar las Santas Llagas y de avivar esta devoción en el mundo.
Nuestro Señor se complacía en formar a Santa María Marta a su misión, haciéndole casi cada día como un " Catecismo de las Santas Llagas", catecismo de lo cual debía dar cuentas a su Superiora; Aquí están algunos ecos:
La devoción a las Santas Llagas se funda sobre bases sólidas: los méritos infinitos del Salvador
"Hija mía, ¿sabes reconocer los tesoros del mundo?"
"Cuando ofreces mis Llagas Divinas a mi Padre, ganas una fortuna inmensa."
"No deberías permanecer pobre… ¿Tu riqueza?... Es mi Santa Pasión. Este Tesoro te pertenece."
"Padre se complace en la ofrenda de mis Santas Llagas… ofrecérselas, es ofrecerle su propia gloria, ¡es ofrecer el Cielo al Cielo!"
"Mis Santas Llagas sostienen el mundo."
Esta devoción se presenta rodeada de las más alentadores promesas.
"Otorgaré todo lo que uno me pedirá por la invocación de mis Santas Llagas. Debéis propagar esta devoción."
"Obtendréis todo porque el mérito de mi Sangre es de un precio infinito."
"Con mis Llagas y mi Corazón podéis todo obtener."
"De mis Llagas salen frutos de santidad."
"Mis Llagas repararán las vuestras."
Esta devoción contiene preciosas ventajas para el detalle de la vida diaria.
"Cuando experimentáis alguna tristeza, o que tenéis algo que sufrir, debéis llevarlo en mis Llagas, y vuestra tristeza se aliviará."
"Ofrecedme vuestras acciones… unidas a mis Santas Llagas, incluso para las más pequeñas, se cambian en riquezas que no se pueden concebir."
Debéis recurrir a ellas a favor de los enfermos.
"Debéis repetir a menudo esta invocación cerca de los enfermos:
"Jesús mío, ¡perdón y misericordia por los méritos de tus Santas Llagas!"
"Esta oración aliviará tanto el alma como el cuerpo."
A favor de los moribundos.
"Es necesario expirar besando estas Llagas sagradas."
"No habrá muerte por el alma que expirará en mis Llagas: dan la verdadera Vida."
"¡El camino de mis Llagas es tan sencillo, tan fácil para alcanzar el Cielo!"
A favor de lo pecadores.
"Mis Llagas cubrirán todas vuestras culpas."
"Ofrecédmelas a menudo por los pecadores, porque: " tengo sed de las almas."
"El pecador que dirá a menudo la oración siguiente: "Padre Eterno, te ofrezco las Llagas de Nuestro Señor Jesucristo para curar las de nuestras almas", obtendrá su propia conversión".
"A cada palabra de esta Corona de la Misericordia que pronunciáis, hago fluir una gota de mi sangre por el alma de un pecador."
"Esta Corona de la Misericordia hace el contrapeso de mi Justicia, ella detiene mi venganza."
A favor de las Almas del Purgatorio.
"Los beneficios de las Santas Llagas hacen bajar las gracias del Cielo, y subir las Santas Almas al Cielo."
"Las Santas Llagas son el tesoro de los tesoros para las Almas del Purgatorio."
A favor de la Iglesia.
"Hija mía, debes bien cumplir con tu deber que es ofrecer mis divinas Llagas a mi Padre Eterno, a causa de ellas ha de venir el triunfo de la Iglesia.
"Debéis sacar sin cesar de estas Fuentes por el triunfo de mi Iglesia."
(Esto no significa un triunfo material, tampoco un calma completo en una tranquilidad ociosa)
Nuestro Señor dirige una llamada más apremiante a "las Almas Religiosas y consagradas" que invita a ser su perfecta imitación.
"Quisiera ver que todas mis Esposas sean "Crucifijos."
"Hija mía, mira mi corona, y verás la mortificación, mis manos extensas, y aprenderás la obediencia, comprenderás la pobreza cuando me verás enteramente despiojado sobre la Cruz, ¡Pureza en Él que es tan puro y que te ama como su Esposa!"
"En toda parte, encontrarás Llagas en tu Esposo." "He aquí donde deben caminar los que elegí y que quieren alcanzar la gloria. Te quiero victima de pie."
Extractos de las revelaciones hechas a Hermana Marie Marthe Chambon a propósito de las Santas Llagas de Nuestro Señor Jesucristo.